Iglesias y monumentos románicos
El arte prerrománico y románico andorrano ha preservado su esencia, su sencillez y su belleza desde los siglos XI y XII. Las manifestaciones artísticas de este estilo arquitectónico en Andorra destacan por su sobriedad, las dimensiones reducidas de los edificios y la perfecta integración en el paisaje de montaña propio de los Pirineos.
En este sentido, las iglesias románicas del Principado —todas ellas erigidas con una construcción muy sencilla—, son de pequeñas dimensiones, están muy poco ornamentadas y cuentan con una sola nave, un ábside y un pórtico en la entrada. Uno de los signos más identificativos e importantes de estos templos son sus campanarios de torre o espadaña, empleados como método de comunicación entre pueblos y como elemento defensivo frente a los ataques.
Finalmente, hay que indicar que muchos de estos templos conservan todavía algún retablo barroco de los siglos XVII y XVIII.
Anímate a visitar alguna de estas iglesias que te acercarán a la vida de los habitantes de los valles, donde en el pasado eran centro de reunión religiosa y social y hoy en día son una de las joyas de nuestra cultura.